lunes, 6 de enero de 2014

De la marginación política al antipoliticismo

En el primer tercio del siglo XX la vida política en Aldeanueva de Ebro parece carecer de pulso, pero detrás del aparente desinterés por parte de los aldeanos hacia los asuntos políticos, se escondían unos hábitos electo­rales puestos en práctica sobre todo en las elecciones munici­pales, que impedían la participación popular.
En Aldeanueva de Ebro fue frecuente el "encasillado local", una maña caciquil que consis­tía en que los grupos de poder del pueblo tras llegar a un acuerdo tácito para repartirse los cargos municipales, pre­sen­taban igual número de can­didatos que de conce­jalías a cubrir, por lo que no era necesa­rio realizar elec­ciones pro­clamándo­les direc­ta­mente los can­didatos, con­cejales elec­tos.

La práctica del encasillado se extendió hasta la llegada de la II República. Así hemos podido comprobar como incluso las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 -unas elecciones que supusieron el triunfo de las candi­daturas republicanas en las principales ciudades y capitales de provincia españolas, lo que llevó al rey Alfonso XIII a abandonar el país, proclamán­dose dos días después, la II República Española- no se realizaron en Al­deanueva de Ebro a consecuencia del habitual "encasillado".

Las que si se celebraron fueron las del año 1933. En esta ocasión la marginación popular del proceso electoral fue sustituida por el repudio de los sectores de la izquierda más radical de ideología anarquista a su participación, defendien­do no sólo el abstencionismo electoral sino que incluso llega­ron a sabo­tear las elecciones municipales.




En estas elecciones el antipoliticismo anarquista se vería claramente exacerbado. El triunfo de los ugetistas -que ya estaban al frente de la comisión gestora que regía el municipio- en nada iba a beneficiar a la CNT en su pugna con el sindicato socialista; el boicot electoral era una manera clara de marcar sus diferencias con sus rivales los ugetistas, y recoger el apoyo de los muchos jornaleros y parados descontentos y decepcionados con la república. Pero es que la otra opción en pugna electoral todavía era peor, pues no hay que olvidar que se presentaba nada menos que Antonio Arnedo y con opciones claras de triunfo como después se vería. El mayor contribuyente de rústica de La Rioja era el que daba empleo a la mayoría de los jornaleros aldeanos, quienes se veían coaccionados por sus capataces para que lo votasen. 


El domingo 23 de abril de 1933 era la fecha de las elec­ciones. Los votantes se habían dividido en dos distritos y cuatro secciones (Cortijo,  Pi i Margall, Horno y Comandante Ruiz), cada una con una mesa elec­toral, ubicadas en las cuatro escuelas exis­tentes (la de párvulos, 2 de niños y 1 de niñas).

A las 8 de la mañana se abrían las puertas de las cuatro mesas electora­les. La jornada transcurría con normalidad. Alrededor de las 12,30 en cada una de las mesas elec­torales se presentaban unos presumibles electores que mientras con una mano entregaban la papeleta de la votación con la otra mano sacaban una piedra que arro­jaban contra las urnas. Tres de ellas se rompieron, suspendiéndose inmediatamente  las  elecciones,  pero  una cuarta sólo cayó al suelo, sin romperse, por lo que la votación se continuó en dicha mesa elec­toral. A las 4 de tarde, un momento antes de iniciarse el escrutinio, un grupo numeroso de personas irrumpió a la fuerza en el colegio electoral a pesar de la presencia de la guardia civil, tirando piedras a la urna hasta romperla. Todas las urnas se habían roto, y las elec­ciones quedaban completamente anuladas.

Los anarquistas habían conseguido su ob­jetivo pero el éxito de esta acción directa perfectamente organizada y planificada no les saldría gratis a sus autores. Así, tras una causa rápidamente instruida por el Juzgado de Instrucción de Alfaro, entre el 19 de agosto y el 29 de septiembre de 1933 la Audiencia Provincial de Logroño condenaba como autores responsables de un delito de desorden público electoral a Gerardo Gutiérrez Milagro, jornalero, casado, de 30 años –que sería asesinado el 3 de septiembre de 1936- y a Clemente Ezquerro Ramírez, jornalero, casado, de 31 años, a cuatro meses y un día de arresto mayor, el pago de una multa de 500 pesetas y los gastos procesales, así como a indemnizar al ayuntamiento de Aldeanueva de Ebro con 30 y 40 pesetas respectivamente por los destrozos. Por su parte, Francisco Galán Navarro, jornalero, soltero, de 17 años de edad, se benefició del eximente de la minoría de edad, por lo que tendría que pagar dos multas de 500 y 300 pesetas, los gastos procesales y la indemnización de 40 pesetas al Ayuntamiento.
 
Las elecciones volvieron a realizarse tres días más tarde, y ante la pasividad generalizada del pueblo -sólo votaron 78 personas, de las más de 1200 con derecho a voto- el hacen­dado Antonio Arnedo Monguilán, futuro diputado de la C.E.D.A. se hacía con la alcaldía de Aldeanueva de Ebro.

PRADO MARTÍNEZ, Miguel Ángel del (1993). De la marginación política al antipoliticismo: 1903-1933, La Brújula: Guía informativa de Aldeanueva de Ebro, n. 28 (jun. 1993)



DISTRITO 1º, sección 1ª Cortijo. Escuela de Párvulos. 
En la villa de Aldeanueva de Ebro a veintires de abril de mil novecientos treinta y tres y hora de las doce y media de la mañana se presentó en actitud de votar y al ir a entre­gar al presidente, o mejor dicho, al entregar al presidente una papeleta conteniendo el siguiente escrito:

                        CANDIDATURA PARA CONCEJALES 

                        Luis Sota Rubio

                        Martín Bueno

                        Ángel del Prado y Fernández

al mismo tiempo y con la mano derecha dio un golpe a la urna rompiéndola y desparramando las papeletas que contenía.

Como testimonio de su delito electoral dejó en una de las mesas una gran mancha de sangre.

Preguntado a los de la mesa, nadie sabe el nombre, únic­amente declaran ser un machacador que vive en la calle de la Constancia, digo del Horno.
Por cuantos datos podemos precisar en este momento y de que certificamos y firmamos, fecha ut supra.
El presidente:  Baldomero del Pueyo (rúbrica)
Los adjuntos: Alfonso Berenguer (rúbrica), León Alfaro (rúbrica), Ricardo Varea (rúbrica) , José Mª Gutiérrez (rúbrica), Melchor Miranda (rúbrica).
Interventor

DISTRITO 1º, sección 2ª. Pi i Margall. Escuela de niñas. 
En Aldeanueva de Ebro a 23 de abril de 1933, dadas las cuatro de la tarde se cerró la puerta del colegio según la ley dispone y estando en la votación los electores que todavía faltaban que votar, un tumulto inmenso que estaba fuera del colegio prorrumpió en gritos y golpes a la puerta hasta que consiguieron entrada a pesar de decirles que terminada la votación de la mesa al empezar el escrutinio se habriría para presenciarlo. A viva fuerza, sin poder la pareja de la guardia civil que estaba presente a requerimiento de la mesa evitar la imbasion empezaron a gritos y protestas tirando piedras a las urnas, la que rompieron sin poder evitarlo.

Anterior a este incidente y cerca de las tres y media próximamente, el votante adicional Juan Arpón Velazquez, que en la lista de votantes hace el número doscientos diez, in­mediatamente después de emitir su voto, dio un gorpe (sic) a la urna con la mano izquierda que la derribo, quedando intac­ta, saliendo de ella dos papeletas que se recojieron (sic) continuando la votación, pero cojido (sic) dicho votante fue presentado a la guardia civil continuando la votación hasta el momento del tumulto antes citado.Ocurrido  todo lo  indicado  la  mesa  no pudo votar y re­coji­das (sic)  todas las papeletas una por  una dio un resul­tado doscientas diez y siete, lo mismo que las listas de los votan­tes.

Ante este estado dieron por terminado el acto levantando la presente por duplicado uniendo a uno de los originales la documentación correspondiente para su entrega a la junta municipal, firmando toda la mesa.

El presidente: José Mª Arnedo (rúbrica)

Julio Saenz (rúbrica). Paula Alonso (rúbrica)

Interventores: Crescencio Ibañez (rúbrica). Modesto del Prado (rúbrica). José Bueno (rúbrica). Emeterio de Pablo (rúbrica)

DISTRITO 2º, sección 1ª. Horno. Escuela de niños. 
En la villa de Aldeanueva de Ebro, de mil novecientos treinta i tres. El día veinte i tres de abril a las doce i tres cuartos de la tarde se presentó en este distrito elec­toral Gerardo Gutiérrez Milagro, vecino de esta villa, edad trenta años con una papeleta en la mano sin correspon­derle el boto en este distrito, se hacerco a la mesa y el presidente le dijo haría el favor de hacerse para atrás y entonces el dio media buelta i tirando con una piedra que llebaba en la mano derecha rompió la urna y el presidente resulto con una cortada en la mano izquierda con un cristal de dicha hurna siendo curado por el médico don Alejandro Palacios.I para que conste firmo el presente en Aldeanueva de Ebro a    abril de 1933.El presidente: Antonio Marín (rúbrica)Adjuntos Interventores: Casto Gutiérrez (rúbrica), Felipe Martínez (rúbrica), Elías Merino (rúbrica), Modesto Rubio (rúbrica)SR. JUEZ MUNICIPAL

DISTRITO 2º, sección 2ª. Comandante Ruiz. Escuela de niños. 
En la villa de Aldeanueva de Ebro a veintitres días del mes de abril de mil novecientos treinta y tres, reunida la mesa electoral del distrito segundo, sección segunda, reci­biendo las papeletas de la elección se presentó a las doce y cincuenta minutos el elector Clemente Ezquerro Ramírez, número cincuenta y siete de la lista de votantes y sin que nadie pudiera evitarlo al entregar la papeleta con una mano, tiró con la otra una piedra a la urna rompiéndola completamente.En vista de lo cual el señor presidente ordenó quedara anulado lo actuado hasta dicha hora y que se procediera a nueva elección cuando la superioridad lo disponga, acordando la mesa levantar la presente acta por duplicado, de las cuales uno de los ejemplares se remiten a la Excelentísima Junta Provincial del Censo electoral y el otro a la municipal, firmando el presidente, adjunto e interventor.Aldeanueva de Ebro, 23 de abril de 1933.El presidente Adjunto: Tomás Mayoral (rúbrica)Jervasio (sic) Herce (rúbrica)Interventores: Gregorio Martínez (rúbrica), Marcelino Espinosa (rúbrica), Germán Rubio (rúbrica)

1 comentario:

josealonsoleon dijo...

El no tener cuenta de la historia nos condena a repetir los mismos errores. Y así va la vida.